Me encontraba en un grito de dolor y el Dr. Solórzano ese día sin conocerlo ni con recomendaciones me atendió, me realizó preguntas para requisitar  mi expediente clínico y por los síntomas que tenía y los dolores al revisarme, me comentó que el cuadro que presentaba no eran síntomas de gastritis como yo le había manifestado, que parecían síntomas de vesícula. Sin embargo me comento que tenía que hacerme un ultrasonido, para determinar lo que ocasionaba el dolor y tomar una decisión. Estudio que me realice y efectivamente el diagnostico resultó que tenía dos piedras en la vesícula.

 

Accedí a la operación después de una larga y minuciosa explicación de los pros y los contras que se pueden tener en cualquier tipo de cirugía y en específico en esta, situación que me dio confianza.

 

Hoy en día después de un mes de la intervención, la recuperación fue inmediata, mis hábitos alimenticios no se han alterado, ya que ingiero todo tipo de alimento, los dolores desaparecieron, la inflamación constante del estomago también y a la fecha no he tenido ninguna molestia.

Aurea Alejandra García García,