Los tejidos y órganos internos del abdomen se mantienen en su lugar gracias a una pared externa formada por músculos y sus aponeurosis (membranas que envuelven a los músculos). Al conjunto de músculos y aponeurosis se le conoce con el nombre de pared abdominal.
Suponiendo que el abdomen es un cilindro, la pared abdominal (músculos, aponeurosis) son las paredes de este cilindro y el espacio dentro de este cilindro es la cavidad abdominal, que contiene intestinos, grasa y otros órganos. La estabilidad de la pared abdominal depende de la integridad de sus músculos y aponeurosis.
Cuando se realiza una cirugía en el abdomen, por ejemplo al retirar la vesícula biliar, apéndice o una cesárea; se hace un corte (incisión) desde la piel hasta llegar a la cavidad abdominal, se separan músculos, aponeurosis y otros tejidos que se vuelven a unir con una sutura (hilo) al finalizar la cirugía. Estas estructuras que se unen deben cicatrizar normalmente para volver a dar sostén a la pared abdominal. Cuando este proceso de cicatrización falla o se altera por otros motivos, se forma una debilidad o desgarro en la pared abdominal. Los bordes de esa cicatriz se van separando y no "detienen" la salida de los órganos (intestinos), formando así una protuberancia o aumento de volumen en el sitio de la incisión (herida previa), apareciendo con el paso del tiempo una hernia incisional (generalmente después de 2 a 4 años).
Cualquier tipo de cirugía abdominal puede producir una hernia incisional, su frecuencia depende de la localización y el tamaño de la incisión. Las hernias incisionales aparecen con mayor frecuencia después de una cirugía en la línea media del abdomen.
Existen muchos factores asociados con la formación de hernias incisionales, los que destacan son: tabaquismo, anemia, edad avanzada, obesidad, diabetes, desnutrición y el consumo de ciertos medicamentos como los esteroides.
Los síntomas que presentan los pacientes con hernia incisional son:
- Aumento de volumen en la cicatriz de una cirugía abdominal previa
- Malestar o dolor en el sitio de la cicatriz
- El dolor aumenta al toser o realizar un esfuerzo
- Las hernias incisionales grandes pueden presentarse con dolor en la espalda o dificultad para respirar
- Al realizar presión suave sobre la hernia puede volver el contenido a la cavidad abdominal, cuando no es posible "reducir" la hernia se puede presentar obstrucción intestinal
Generalmente el diagnóstico de una hernia incisional se realiza en el consultorio con el interrogatorio y la exploración física, en ocasiones se realizan estudios de imagen (tomografía o ultrasonido) para confirmar el diagnóstico o planear la cirugía.
Las indicaciones para operar una hernia incisional son las siguientes:
- Hernias incisionales que presenten síntomas
- Alto riesgo de complicaciones (obstrucción intestinal)
- Hernias incisionales que no causen síntomas pero que alteren la calidad de vida del paciente
No todos los pacientes son buenos candidatos para cirugía, el cirujano deberá evaluar el estado de salud del paciente y otros factores como obesidad, tabaquismo, entre otros. Si el beneficio de la cirugía es mayor a los riesgos en un paciente en particular, entonces se procederá a planear el tipo de cirugía.
La finalidad de la cirugía es reparar el defecto de la pared abdominal y rehabilitarla, tomando en cuenta que es una estructura flexible, sometida a constantes cambios de presión y fuerza.
Existen muchas técnicas para reparar una hernia incisional, siempre se prefiere utilizar un material protésico (malla) para disminuir el riesgo de recidiva, es decir que se vuelva a formar la hernia.
Según el tamaño y las condiciones de salud del paciente la hernia incisional se puede operar por cirugía abierta o por invasión mínima (laparoscopia).
En la cirugía abierta se realiza una incisión cerca de la hernia, se explora la zona y se identifican los bordes de la hernia, se regresa el contenido de la hernia a la cavidad abdominal y se cierra el defecto reforzando los tejidos con un material protésico (malla).
Cuando el abordaje es por laparoscopia (invasión mínima), se realiza el mismo procedimiento descrito anteriormente pero a través de incisiones pequeñas en la piel, por las cuales se introducen pinzas largas y una cámara (llamado laparoscopio) la cual envía imágenes a una pantalla de televisión y guía los movimientos del cirujano. En este abordaje también se utiliza una malla para la reparación de la hernia.
¿Cuándo consultar a un cirujano para valorar una hernia incisional?
- Cuando tenga una hernia dolorosa
- Cuando al aplicar presión suave sobre el sitio de la hernia su contenido no vuelva a introducirse a la cavidad abdominal
- Si presenta náuseas, vómitos o fiebre junto con la hernia dolorosa
- Si la piel que cubre la hernia se torna de color rojo, púrpura, oscuro o cambia de color
- Si tiene una protuberancia o "bolita" que este localizada el sitio de una cirugía abdominal previa.
Fuente:
- Mayagoitia JC. Hernias de la pared abdominal, tratamiento actual. Segunda Edición 2009 Editorial Alfil.
- Imagen de UpToDate: Overview of abdominal wall hernias in adults.
- Up to Date: Incisional hernias.